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Socio Fundador Enrique Hauenstein Barra resume 46 años de su vida sindical y académica ad-portas del retiro
Noticia Sindicato martes 08 de enero del 2019

Enrique Hauenstein Barra es profesor de Botánica General, pertenece al Núcleo de Investigación de la Facultad de Recursos Naturales de la UCT y al actual Departamento de Ciencias Biológicas y Químicas,  siendo además “Socio Fundador” del Sindicato de Profesionales de la Universidad Católica de Temuco.

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Estudió toda su educación primaria y secundaria en el Instituto Claret de Temuco, luego en la sede de la Universidad de Chile en Temuco, donde estudió Pedagogía en Biología y Ciencias. A partir del tercer año comenzó a hacer ayudantías en Botánica con su “mentor”, el reconocido Naturalista don Gilberto Montero Ortiz, con él aprendió el conocimiento de las plantas, su estructura , función y taxonomía.

El año 1973, y recién titulado, se abrió un cupo de ayudantía en la sede de la Universidad Católica de Temuco. Presentó su título más las ayudantías que había hecho en botánica, y fue contratado como ayudante primero de laboratorio.

La cátedra de botánica la hacía un profesor que era agrónomo. A los dos años ese profesor se tuvo que retirar , y cómo no había más profesores, fue ascendido a docente en el año 1975. “Ahí empezó mi carrera”, nos dice. Entrando así a su primer y único lugar de trabajo en su vida profesional.

 

Nacimiento del Sindicato de Profesionales UC Temuco.

El sindicato nace cuando nos traspasamos desde lo que era la Sede Temuco de la Pontificia Universidad Católica de Chile a las manos de la Diócesis Regional de Temuco.

 Antes de producirse el traspaso de la sede UC Temuco a la Diócesis Regional, estuvimos a punto de cerrar (la universidad), iban a cerrar las tres sedes, pero principalmente ésta porque nosotros éramos un pedagógico, teníamos puras carreras pedagógicas. Y llegó un momento en que las carreras pedagógicas empezaron a tambalear, porque había una cantidad de profesores que prácticamente no tenían alumnos, ya que empezó a disminuir el ingreso,  a estas carreras pedagógicas, y en la sede solamente estábamos causando deudas a la universidad. Por lo bajos ingresos, simplemente optaron por cerrar nuestra sede. Y ahí yo estaba en cargo de Subdirector Académico y sabíamos que para salvar la situación teníamos que implementar algo. Por ello, fuimos a conversar en Santiago con el Rector de ese tiempo, quien nos señaló que teníamos dos meses de plazo para crear una propuesta que sirviera para que la sede continuara.

Esa propuesta fue crear carreras técnicas. Y creamos tres Carreras Técnico Universitario. En Agricultura, Acuicultura y Forestal; las tres fueron "grito y plata". De ahí aceptaron la propuesta. A mí me  correspondió preparar en un mes el proyecto, específicamente encerrarme todo un mes para hacer el proyecto. Sacamos los proyectos, los presentamos y fueron un éxito. De ahí la universidad decidió no cerrar la sede.

Pero eso produjo un quiebre tremendo en la universidad  ya que hubo que despedir gente, porque como las pedagogías ya no tenían alumnos, entonces los profesores fueron quedando sin clases, y se tuvo que exonerar a varios colegas, en ese tiempo éramos todos amigos y fue una decisión muy difícil.

El sistema funcionó bien pero igual la universidad quería deshacerse de las sedes, éramos una carga para ellos, pero nosotros tuvimos la posibilidad de estabilizarnos y cuando la Universidad Católica tomó la decisión definitiva del cierre de tres de las cuatro sedes (Talca, Concepción y Temuco) y el traspaso de ellas a  los Obispos de cada región. Así, se pudo crear carreras de mayor calibre, porque la Universidad Católica de Santiago no quería que las sedes tuvieran carreras de Ingeniería, porque entrábamos a competir con ellos mismos, motivo por el cual teníamos carreras de bajo perfil, técnicos universitarios y pedagogías. Al cambiar la situación, teniendo posibilidad de crecer en nuevas carreras,  ahí logramos estabilizarnos y diversificarnos.

Pero anterior al traspaso, había quedado un sabor amargo. Y ese sabor amargo fue haber tenido que despedir a un número importante de colegas de la universidad, para poder contratar otro tipo de profesionales , así que ahí quedó un desastre grande donde yo realmente quedé choqueado, yo no era el rector pero estaba en el núcleo directivo así que me tocó asumir nomás. Y bueno cuando se traspasó la universidad ahí fue que "los malos que habíamos sido", los que habíamos echado gente, que era justamente para poder sostener la universidad, dijimos: "aquí nos van a pasar la cuenta ". Además había una presunción de que posiblemente podía venir una mano más o menos dura y que pudiese realizar algunos cambios que iban a perjudicar a muchos. Por lo tanto, sale como una repuesta a ese cambio de jefes, por así decirlo. Y de ahí continuamos trabajando, y aquí estamos todavía en nuestro Sindicato de Profesionales.

No me recuerdo cuál era el número que había en ese momento cuando se formó, éramos un lote más o menos. Porque como te dije nos juntamos para hacer esta empresa que era el sindicato, con un fin en realidad de resguardo para la gente. No fue menor el número de los que estuvimos al inicio. Y bueno ahora ha crecido bastante más de lo que éramos.

Si el sindicato tuviera número correlativo por orden de ingreso, sería uno de los viente primeros.

 

Situación actual del sindicato.

El sindicato ha tenido un crecimiento indudable en socios. Que además es oscilante porque hay gente que se va, gente que llega. Pero ha crecido harto a lo que partimos inicialmente , pero está bien. Yo creo que los objetivos indudablemente han cambiado del objetivo que teníamos inicialmente, dar más estabilidad a la gente, tener la capacidad de poder pararse frente a la autoridad, en este caso con respaldo del Gobierno y de las leyes.

Y eso permite entonces que se obvien muchos abusos, que se  producen por las jefaturas, algunas son más duras que otras, depende del rector y los vicerrectores, entonces uno se protege de esas malas prácticas que tienen algunas personas que a veces llegan a tener un cargo, y que creen que son dueños del mundo. Pero después se dan cuenta que la cosa no es así, porque el que está momentáneamente en un cargo después tiene que volver a su humilde oficina y ahí se da cuenta que la cosa cambia. Y de los errores que cometió cuando estuvo arriba, porque presionó mucho a la gente, , etcétera. Es complicado. Por eso yo tomé la decisión de no inmiscuirme más en cargos académicos.

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Negociaciones colectivas de ayer y hoy.

Siempre son casi las mismas cosas, la pedida de plata siempre es la primera razón. Que el reajuste sea de "tanto", si el IPC fue de 5% que sea de 5%, pero siempre un poquito pasado porque se discutía mucho con la universidad, y ésta trataba de bajar, hasta que llegábamos al 5%.

Porque así son las negociaciones por lado y lado.

Yo creo que siempre se lograron cosas, nos mantuvimos en un clima relativamente bueno. Pero hubo algunos rectores que vinieron de afuera que hicieron perder el sentido unitario que había aquí, llegaron con personal externo incluso, pero bueno, cada uno aportó de todas maneras algo a la universidad.

Las últimas negociaciones que hemos tenido han sido más difíciles, tuvimos una huelga de por medio, y los resultados se analizarán con el tiempo. Pero estas situaciones son así, complicadas para ambos lados.

 

Actualidad del Sindicato.

Antes éramos más unidos, ahora no tanto. Y se nota un poco en la asistencia a las reuniones. Y es porque cada vez estamos más encerrados en cumplir los estándares que nos está poniendo "la U". Hay mucha competencia, hay mucha exigencia y eso hace que justamente no se puedan hacer las cosas como uno quisiera, se ha ido perdiendo la amistad, hay colegas nuevos de la misma unidad académica que no conocemos su nombre.

Yo encuentro que la actual directiva se esfuerza en hacer distintas cosas y participa muy poca gente. ¿Por qué? Porque alguien tiene que viajar a Santiago, porque tiene un congreso, no pueden porque tiene que cumplir las publicaciones que te están exigiendo anualmente, o tener que estar de cabeza metido en un proyecto que se debe presentar no sé dónde. Esa rutina está muy fuerte hoy día, y eso te ocupa todo tu tiempo. Porque tú sabes que tienes que cumplir una meta, porque si no te pueden echar. Entonces te evalúan y cada tres años te suman, y si te dio negativo y que en vez de tener tres o cuatro publicaciones tuviste solamente dos, quedas en "pindinga" y te dan uno o dos años más para que te pongas al día, y sino... Guillotina.

Esa presión que tenemos, por el lado de los académicos, es la que hace que no tengamos mucha participación. Y ahí no hay vuelta que darle. Porque si nosotros aceptamos que cada vez nos suban más los estándares, más clases, antes primero no te exigían publicación, empezaron a pedir grado académico, empezaron a pedir postgrados y los hicimos, luego nos empezaron a pedir investigación, ahora son las publicaciones y las hacemos, yo llegué aquí haciendo docencia como profesor de biología no más. Entonces esas exigencias son los que a uno lo matan y te evitan participar, porque estás amarrado con compromisos. No tienes tiempo para ir con agrado a una reunión.

Hoy día es mucho más complicado dirigir esta entidad, para los actuales directivos del Sindicato de Profesionales. Porque la gente está muy agobiada, eso hace que haya poca participación y como hay más gente, hay más disparidad de opiniones, lo que hace que hayan “mañas” y choques en estas reuniones. Me saco el sombrero con los directivos, que se llevan todo el peso y a veces los malos ratos.

 

Premiada Carrera.

Dentro de su destacada carrera ha recibido numerosos premios debido a sus trabajos en pos de la protección a la flora y la fauna en la Araucanía. Dentro de los que destacan:

  • Diploma por su investigación “Análisis Florístico Vegetacional y Efecto de la Acción Antrópica en el Lago Villarrica” en el 1993-1995. Comisión Regional del Medio Ambiente de la Intendencia Regional, otorgado por el ex Intendente Regional Óscar Eltit Spielmann.

 

  • Reconocimiento por su destacada labor en pro de la conservación de las Áreas Silvestres Protegidas en el Cerro Ñielol. Desde la Corporación Nacional Forestal, Conaf. 2012

 

  • Premio a la excelencia en Investigación. Universidad Católica de Temuco. 2015.

 

  • Por su destacada trayectoria y aporte al conocimiento e investigación de la Flora y Vegetación de la región de la Araucanía. Por parte del Comité Operativo de Biodiversidad de la Araucanía. 2018.

 

Sin embargo el que más tocó su corazón fue uno entregado por sus propios alumnos, en agradecimiento por sus 46 años de trayectoria académica en la Universidad Católica de Temuco.

Cuenta que en una actividad del Centro de Alumnos de Ciencias Biológicas, Ingenieros en Recursos Naturales principalmente, hicieron un programa de presentación de tesis, nos invitaron a varios profesores a participar para presentar proyectos que estábamos ejecutando. Presenté el mío. Y me tenían preparado una sorpresa. De repente empezaron a aparecer unas fotos, y a decir que iban a premiar al profesor Hauenstein, y yo no tenía idea, y empiezan a presentar unas fotos antiguas de cuando iba a terreno, todo súper lindo, se pasaron, presentaron vivencias de ex alumnos, que ahora son todos profesionales, y aparecen tirándole flores al profesor. Después aparece mi familia, mi hijo, mi señora, estaba todo preparado y para callado. Ese reconocimiento fue muy emotivo. Con eso quedé pagado, ya no quiero más guerra. Realmente, ¡se pasaron! Quedé con el espíritu renovado, con más ánimo. Porque eso demuestra que la tarea que a uno le tocó está bien hecha. Si todas las instituciones te han premiado es porque indudablemente alguna impronta dejaste.

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Anécdotas de dulce y agraz.

Luego de años, un día me encontré con un ex alumno de la carrera de Técnico Forestal (sede Temuco Pontif. UC de Chile), de apellido Antivil, en la tienda Falabella. Yo iba con mi señora y él iba con su señora y dos niñitas. Me ve y dice "profesor que gusto de verlo", de forma tan eufórica y gesticulando que hasta me asusté un poco, y me abraza.
Yo le pregunté ¿Por qué tanto? Y me responde: -¿Cómo por qué tanto? Si todo lo que soy ahora, se lo debo a usted. Y le repito la pregunta, ¿Pero por qué tanto?
Y me cuenta su historia. Después que terminó la carrera entró a trabajar en la Forestal Mininco, y siendo técnico tenía un puesto de mediano rango y llegaba a trabajar con los ingenieros forestales, que la mayoría era de Santiago, con ellos debía ir a terreno. Y me cuenta que los ingenieros conocían el pino y el eucalipto. Pero cuando debían hacer análisis mayores, no tenían idea de lo que había. Y como él conocía toda la flora de la región, porque en la carrera le dábamos duro a eso, él empezó a enseñarle los tipos de árboles nativos, incluso les hacía los inventarios de la flora que había. Hasta el punto que después los ingenieros se peleaban salir con él a terreno. Y resulta que después salió un programa en la Universidad de Concepción para validar el título de ingeniero Forestal. Estuvo dos años y sacó su ingeniería. Entonces me dijo: Ahora soy ingeniero y ya no soy empleado de la Forestal Mininco, ahora le presto servicios a ellos con su propia empresa. Esas historias son las que a uno lo llenan de satisfacción.

Por otra parte,  tengo dos hijas, un hijo,  y cuatro nietos, pero por esa vorágine que era la universidad, en ese tiempo, de mis dos primeras hijas tengo muchos recuerdos porque no había tanta exigencia en la universidad, pero a mi hijo no lo tengo puesto en la cabeza en su periodo de pichón, de jovencito, no logro tenerlo en mi mente como cuando era chico, porque coincidió con el periodo dónde yo estuve más presionado, en estos cargos que a uno lo comprometen a un dar el 100% de su tiempo. Entonces ante esas cosas uno recapacita y dice, me perdí parte de la crianza de mi hijo, que en el fondo fue eso, por una institución que me acogió por toda mi vida profesional. Tengo que reconocer que no todos logran una estadía tan larga en solamente una institución, sobretodo hoy día que la cosa es más variable.

Al momento de finalizar la entrevista don Enrique Hauenstein Barra hace una breve reflexión, a días de finalizar su exitosa trayectoria profesional, expresando que “lo peor es pensar ¿qué vamos a hacer ahora? Pero no va a faltar. Los años han pasado sin darse cuenta. Pero me voy feliz, con la misión cumplida. Y lo veo con mis alumnos y mi familia. Creo que cumplí bien mi tarea, y eso me deja con el corazón henchido”.

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